jueves, 16 de diciembre de 2010


Cada vez surgen más voces dentro del movimiento saharaui que piden la vuelta a las armas contra Marruecos, asegurando que nunca desde 1991, se habían visto tan cerca de una guerra. El asalto, habría supuesto, según el Frente Polisario, la muerte de 18 saharauis, más de 700 heridos y 150 desaparecidos. Por otra parte la muerte del Elgarhin Nayem, el joven de 14 años tiroteado en las proximidades de Gdem Izi, y el acoso actual que viven los habitantes de El Aaiún, cercada por la policía militar marroquí, hacen que muchos vean más cercano que nunca el conflicto armado.

El silencio internacional ante la represión saharaui y ante la prohibición de paso a los corresponsales extranjeros ha incendiado los ánimos de los principales líderes saharauis, ya estén residiendo en Marruecos, España o Argelia.

El conflicto del Sáhara se alarga ya 30 años. Tres décadas que se saldan con una guerra sin cerrar, un pueblo dividido entre el exilio y la ocupación y una situación de inestabilidad que afecta a todo el Magreb.

El Sáhara Occidental fue una colonia española hasta 1975, cuando Marruecos lo invadió mediante la Marcha Verde. Para entonces, España ya se había comprometido, a instancias de la ONU, a iniciar los trámites de descolonización que contemplaban la convocatoria de un referéndum. Este referéndum no se llevó a cabo y a día de hoy tampoco se ha llegado a realizar.

Con la salida de España del territorio comenzó a librarse una guerra que enfrentó al Frente Polisario con sus vecinos del norte y el sur: Marruecos -que invadía el territorio por el norte, y Mauritania, que hacía lo propio desde el sur . En 1979, Mauritania, al borde de la quiebra, firma la paz con el Frente Polisario y renuncia a sus pretensiones sobre el territorio.

La invasión marroquí obligó a decenas de miles de saharauis a huir desierto adentro hasta territorio argelino, donde levantaron, cerca de la ciudad de Tinduf, campos de refugiados.

Araceli Mangas, catedrática de Derecho Internacional de la Universidad de Salamanca da las claves para entender hasta que punto España tiene alguna responsabilidad en el conflicto del Sáhara, afirmando que “aunque es cierto que España ya no es potencia administradora”, porque abandonó el territorio del Sahara, eso no significa que no tenga ningún tipo de responsabilidad internacional sobre un territorio que administró y que no condujo a su salida natural de manera legal: el referéndum.

“Creo que España sigue teniendo unas responsabilidades morales y éticas ante la comunidad internacional como antigua potencia administradora que no culminó plenamente su trabajo conforme a derecho y por tanto tiene autoridad moral ante Marruecos para exigir que se cumplan las normas de derecho internacional en relación a la población ocupada”, ha subrayado. Para Mangas, Marruecos tiene la soberanía “de hecho, pero no de iure”.

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